domingo, 29 de marzo de 2015

La aparición de los seres humanos sobre la tierra

"En tiempos remotos el valle Jauja o del Mantaro estaba cubierto por un gran lago. Al centro sobresalía un peñón llamado Wanka: sitio de reposo del amaru, monstruo con cabeza de llama, dos pequeñas alas y cuerpo de batracio que terminaba en una gran cola de serpiente.

Tiempo después, el Tulunmaya -arco iris- engendró en el lago otro amaru, de color más oscuro, para compañero del primero. No llegó a alcanzar el tamaño del mayor que por su madurez había adquirido un color blanquizco.

Los dos monstruos se disputaban la primacía sobre el lago. El peñón, de grandes dimensiones, no alcanzaba para que reposaran ambas amarus. En estas frecuentes y violentas luchas se elevaban a grandes alturas sobre trombas de agua, agitando el lago.
Irritado el dios Tikse descargó sobre ellos una tempestad, cuyos rayos los mataron, Cayeron desechos con diluvial lluvia sobre el ya agitado lago, aumentando su volumen hasta romper sus bordes y vaciarse por el sur.

Cuando el valle se formó, salieron lanzados del Warina o Wari-puquio los dos primeros humanos llamados 'Mama' y 'Taita', que hasta entonces habían permanecido por mucho tiempo bajo tierra por temor a los amarus. Los descendientes de esta pareja construyeron el templo de Wariwilka.

Hoy, es creencia entre los wankas que el amaru es la serpiente escondida en algunas cuevas que ha crecido hasta hacerse inmensa. Aprovecha los vientos que se forman durante las tempestades e intenta escalar el cielo, pero es destrozado por los rayos entre las nubes; y según sea blanca o negra la figura del amaru en el cielo presagia buen o mal año".

Foto: Miguel Núñez Bartolo.

Fuente: Mi visita al Museo de la Nación- febrero de 2010.

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